Con el paso del tiempo, los dientes pueden sufrir un desgaste progresivo del esmalte dental y, consecuentemente, generar una mayor sensibilidad en nuestros dientes. Este desgaste dental se caracteriza principalmente por la pérdida del grosor del esmalte, pero, ¿Qué es el esmalte dental?
El esmalte dental es una capa dura, de entre 2 y 3 milímetros de grosor, que recubre todos los dientes y cuya principal función es protegerlos del exterior.
Un esmalte dañado puede suponer la pérdida de esa protección del diente y causar problemas en la salud bucodental.
¿Cómo sé si sufro de desgaste dental?
El desgaste dental puede tener diferentes causas, entre las más destacadas encontramos:
Desgaste por Bruxismo
El bruxismo es la acción inconsciente de contraer la musculatura masticatoria. Es considerado un trastorno relacionado con el sueño, ya que muchas personas aprietan o rechinan los dientes mientras duermen. Este movimiento nocturno se produce de manera automática y genera una tensión frecuente y rítmica en los músculos de la masticación. Puede producirse de manera frecuente y está relacionado con múltiples trastornos como: dolor orofacial, enfermedades neurológicas, apnea del sueño y problemas dentales. Uno de los efectos principales es el desgaste del esmalte dental: dientes aplanados, fracturados, partidos o flojos.
Atrición o problemas de Oclusión
Una de las causas más comunes del desgaste dental es la malposición de las piezas dentales o de los huesos maxilares, conocida en el mundo de la odontología como ‘atrición’. Este factor puede generar un contacto involuntario entre los dientes, provocando así un exceso de fricción y en consecuencia, un desgaste dental.
Abrasión
La abrasión dental es el desgaste o pérdida progresiva del esmalte dental. Generalmente, se debe a una mala técnica de cepillado, al uso excesivo de algunos productos o afecciones como una caries o un traumatismo dental. La abrasión puede generar hipersensibilidad dental o retracción de encías.
Trastornos alimenticios
Nuestra boca puede sufrir muchos cambios dependiendo de nuestra dieta. Por ejemplo, hay alimentos o bebidas que contienen una gran cantidad de ácidos, como las bebidas carbonatadas. Esto puede conllevar a problemas con el esmalte de nuestros dientes.
Además, para aquellos pacientes que tienen desórdenes alimenticios o problemas del sistema digestivo, pueden verse afectados por el desgaste dental a causa de los jugos gástricos.
Cepillado inadecuado
Mantener una limpieza bucal es de gran importancia, además de establecer una rutina y seguirla de manera constante. Es crucial utilizar un cepillo de cerdas suaves y realizar un cepillado que no sea agresivo, para así no desgastar las piezas dentales. Puedes aprender más sobre la higiene bucal en nuestro artículo “10 curiosidades sobre la higiene dental que te dejarán en shock”.
Se recomienda realizar una visita a tu dentista de confianza, para que así se identifique la causa de este desgaste dental y tratarlo cómo es debido. Algunos tratamientos pueden ser: